Bolsillo alimentación. Come mejor: ¡hazlo atractivo!

¿Cuántas veces habrás oído lo de «somos lo que comemos»? Pues bien, me gustaría darle una vuelta a esta afirmación. Yo pienso, que más bien, comemos lo que somos.

En este post te daré consejos para motivarte a comer mejor sin comer menos. Estoy en contra de las dietas, cualquier exceso o ausencia absoluta de algo, va a producir un efecto negativo con el tiempo.

“La naturaleza siempre encuentra la forma de equilibrarse otra vez.”

Alaitz Leceaga

Si nos acercamos a cualquier extremismo, es probable que nos salga el tiro por la culata. Para conseguir acercarnos al objetivo deseado, que siempre debería ser una mejor salud, debemos huir de las comidas copiosas y de los alimentos procesados. Como consecuencia a perseguir una mejor salud, mejorará nuestra condición física y nuestro aspecto.

Comemos lo que somos

Si como he afirmado al principio, comemos lo que somos, el primer paso será tomar conciencia acerca de nuestra identidad con respecto a la comida. ¿Cómo te ves y cómo quieres verte?

Cuando empecé, a mí particularmente me fue genial verme a mi misma como una persona que compra únicamente productos reales a la vez que se preocupa por el medio ambiente. Esta primera faceta de mi identidad pasa por comprar fruta y verdura de temporada y, a poder ser, de proximidad.

No me identificaba con ser vegetariana pero sí con reducir el consumo de carne roja. En este contexto, te recomiendo que veas el documental «Cowspiracy«, producido por el mismísimo Leo Dicaprio.

También dije que sería una persona que no bebía refrescos azucarados ni me gustaba la comida basura. Al creer y sentir realmente que no soy el tipo de persona que va al McDonalds ni que come chocolatinas o cereales azucarados, conseguí reducir su consumo hasta prácticamente eliminarlo.

No te voy a mentir. Algún día puntual puedo comerme unas patatas fritas de estos restaurantes de comida rápida o unos M&M’s. Pero van a ser excepciones, no la regla general. Porque realmente, me creo que no soy el tipo de persona que hace eso.

Empieza por cambiar tu identidad

Justo de actuar según nuestra identidad, habla el libro «Hábitos atómicos«, del que ya te he hablado en algún post anterior, y que aquí te vuelvo a recomendar. En este se afirma que para cambiar una manera de actuar, debemos cambiar primero quiénes somos. Ejemplo: no soy una persona que va al gimnasio a entrenar, sino que soy una persona deportista y activa, y como parte de lo que soy, está incluido el entrenar regularmente. Detrás de cada sistema de acciones, está un sistema de creencias.

“La mayoría de personas comienzan el proceso de cambiar sus hábitos centrándose en aquello que quieren alcanzar. La alternativa apropiada es empezar por centrarnos en quién queremos llegar a ser”

James Clear

También afirma que la identidad surge de tus hábitos. Si vas sumando acciones a favor de esa identidad que anhelas, estarás sumando puntos y acercándote a quién te quieres convertir.

Cómo hacerlo atractivo

Somos unos seres de costumbres. Esto es así. Cuesta más luchar contra una costumbre que dejarnos llevar por ella. Conociendo esta característica humana, póntelo difícil a la hora de comer mal.

Si no quieres comer alimentos ultraprocesados, directamente no los compres o los que ya tengas, escóndelos. No vayas con hambre a por tu compra semanal y ves con una lista de lo que realmente necesitas para tu menú semanal sano.

Y al contrario, si quieres comer más fruta, compra fruta de temporada que te guste y ponla en un frutero a la vista. Busca recetas que utilicen verduras y las hagan apetitosas. ¡Házlo atractivo! La fruta madura está buenísima y hay platos deliciosos con su parte adecuada de verduras.

Está demostrado por diversos estudios. Si cuando abres la nevera o la estantería, hay productos azucarados o de baja calidad nutricional, te apetecerá comértelos y será más difícil resistirse. De hecho, la industria alimentaria lo prepara para que sea irresistible y ataque directamente a nuestros circuitos de recompensa. Dejemos nuestra fuerza de voluntad para cuando no quede más remedio, pero vamos a hacerlo fácil.

Cuidado con el sí pero no

Espero que estos consejos te ayuden a comer mejor sin hacer ningún esfuerzo titánico ni pasar hambre. En el siguiente post de alimentación, te hablaré de por qué tener cuidado con restringir algunos alimentos, como el temido gluten, si no somos alérgicos o tenemos intolerancias.

¡Nos leemos!

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