He estado en mil cosas en las últimas semanas: concursos, celebraciones, Sant Jordi en Barcelona, despedidas de soltera… no son excusas para no haber podido pasarme por aquí. Pero vivir, lleva su tiempo.
Como quiero evitar mi tendencia natural a la multitarea, estoy intentando (Dios, cómo cuesta!) hacer menos cosas y hacerlas bien. En este post, te explicaré un nuevo descubrimiento que sacudió mi mente hace unas semanas. Cuando lo leí en un vuelo Menorca – Barcelona, me dio muchísimo que pensar. A ver qué te provoca a ti.
La nostalgia. Representa una reserva de emociones de la memoria, para reforzar los sentimientos del pasado y que nos ayuda a enfrentar el futuro.
Clay Routledge
Cuando esa nostalgia no nos pertenece
Está claro que la nostalgia es un sentimiento universal. Todos la hemos sentido alguna vez. Hay personas que son más propensas a experimentarla que otras. Incluso hay etapas vitales que nos predisponen a sentirla en mayor medida.
Lo que me llamó más la atención del artículo publicado en la revista de octubre de Muy Interesante, que te recomiendo enormemente, es el concepto de anemoia. Que vendría a ser, cuando la nostalgia que sientes realmente no te pertenece. Es decir, sientes nostalgia por algo no vivido ni conocido. Puede relacionarse con una época pasada o, incluso, futura.
Hay personas que admiten experimentar anemoia por épocas pasadas que no vivieron, como conocer la Mallorca de antes del boom del turismo. Otras, dicen sentir nostalgia por el devenir futurista que está por llegar y que no vivirán. Ambas son muestras, generalmente, de no estar viviendo, ni por supuesto disfrutando, el presente.
Existen 2 tipos de nostalgia: la reflexiva, que mira al pasado con la idea de que las cosas han cambiado – algunas para mejor -, y la restaurativa, que recuerda un pasado idealizado.
Svetlana Boym
No todo es malo, pero cuidado
Quiero destacar que la nostalgia tiene aspectos positivos. La nostalgia personal, la de la vida sí vivida, puede disminuir la depresión y la soledad. Según estudios publicados, incluso reduce los niveles de citoquinas proinflamatorias que participan en los mecanismos del dolor.
Pero ojo, porque la memoria es engañosa y muchas veces transforma los recuerdos a su antojo. Esto nos provoca pensar aquello de que «todo tiempo pasado, fue mejor«. Nos dulcifica tanto el pasado que crea un tiempo que no existió.
De hecho, se ha demostrado que al recordar, no accedemos a una grabación de lo vivido sino que tu cerebro crea una simulación. Mejorada, que el cerebro no es tonto. Todo ello en última instancia, provoca que no disfrutemos el presente como se merece. Pensamos que ya nada sabe igual, que ya ningún lugar tiene esa luz ni esa magia.
Recuérdate ahora
Si a pesar de todo lo expuesto, no te consigo convencer de que el pasado nunca fue tan maravilloso. Disfruta ahora, por una simple razón. Dentro de unos años, quizás décadas, mirarás para atrás. Ya sea con tus gafas de color de rosa que mejoran todo lo vivido, o con tus gafas conscientes de que en el pasado hubo de todo, momentos buenos y momentos peores. Sea como fuere, lo cierto será que el tiempo de ahora nunca volverá.
¿Qué tal si lo magnificas todo hoy? ¿Qué tal si te recuerdas justo aquí y ahora que cada detalle de hoy, por insignificante que te parezca o lo muy por sentado que lo des, dentro de un tiempo no estará?
Sientas o no anemoia, o nostalgia. Recuérdate ahora. Porque tu pasado, no sé, pero este presente está vivito y coleando esperando que lo disfrutes.
¡Nos leemos!
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